Cocinar es la pasión de millones de personas, pero hacerlo tiene un riesgo que frustra a más de uno cuando este sucede, estamos hablando de que los alimentos se peguen al sartén donde fueron cocinados. Sin embargo, si a ti te ha pasado esto, ahora te traemos una sencilla solución a la que puedes recurrir.
Aunque pueda parecer complicado, para evitar que la comida se pegue al sartén no se necesitan muchos elementos, en realidad solo es uno y su uso es muy común, curiosamente, en la cocina: esta es la sal.
¿Qué se debe hacer?
- Coloca el sartén a fuego medio
- Una vez caliente, agrega un puñado de sal
- Con una cuchara de madera mezcla y distribuye la sal en todo el sartén hasta cubrirlo por completo
- Deja que la sal se cocine hasta que se torne en un color amarillento
- Con un paño de cocina frota el interior del sartén (con cuidado para no quemarse)
- Por último deja enfriar el sartén a temperatura ambiente
Después de que se enfríe el sartén, la sal utilizada no se puede volver a ocupar ya que no es buena para el consumo debido a que ‘recogió’ lo desechos que arrojó el utensilio.
Listo. Después de aplicar este truco tendrás un sartén disponible al que no se le pegará la comida.