Durante los meses de verano debemos tener en cuenta que estas plantas no resisten temperaturas superiores a los 30 grados, por lo que es importante que se ubiquen en un lugar donde no haga mucho calor.
¿Sabías que en España viven 80 especies de orquídeas silvestres? Y a pesar de su tamaño discreto, las orquídeas españolas muestran gran espectacularidad y belleza. Sus flores son muy elegantes y vistosas, pero para mantener este grado de belleza requieren de una serie de cuidados, especialmente cuando llega el verano. El calor de la época estival no es nada propicio para las orquídeas, ya que no pueden soportar temperaturas superiores a los 30 grados centígrados.
Cómo cuidar las orquídeas en verano
Es muy importante, pues, llevar a cabo una serie de cuidados de las orquídeas en verano. No solo para que estas puedan llevar mejor los rigores de las altas temperaturas, sino también para dejar a estas plantas listas para cuando llegue el momento de la floración.
¿Qué tipo de orquídea tienes en casa?
Hay una serie de cuidados de las orquídeas en verano que puedes poner en práctica. Sin embargo, lo primero que debes hacer es conocer el tipo de orquídea que tienes. Sobre todo porque hay algunas variedades que requieren de unos cuidados específicos. No a todas las orquídeas le vienen bien los mismos tratamientos.
Esto se hace más patente a la hora de regar orquídeas en verano. Las recomendaciones de riego pueden ser muy diferentes de una variedad a otra. Sin ir más lejos, hay unas que necesitan mantenerse húmedas durante todo el tiempo, mientras que otras han de mantenerse más secas entre riego y riego.
La luz indirecta del sol
La luz brillante es muy beneficiosa para las orquídeas, pero no así la luz solar directa, ya que puede causar quemaduras en las plantas. Un pequeño truco para asegurarte de que la orquídea no recibe mucho sol es colocarla en una ventana tras una cortina transparente. Estas cortinas bloquearán la mayor parte de la luz directa y permitirán que a la planta le llegue una luz más beneficiosa.
Otra opción es ir colocando la planta en diferentes lugares de la casa que estén bien iluminados, pero siempre con la consigna de mantenerla alejada de la exposición directa al sol. Si la orquídea tiene las flores en tonos amarillentos o rojizos, las hojas marchitas y las raíces resecas y quebradizas es que se está quemando por culpa del sol.
Las orquídeas al aire libre
Hay quienes tienen sus orquídeas en el jardín de casa al aire libre. Cuando llega el verano, hay que colocarlas en una zona donde la intensidad de la luz no sea muy alta. Por ejemplo, un buen lugar podría ser bajo un árbol, para que reciba sombra pero sin que deje de percibir luz también.
Lo más importante es que las orquídeas no reciban una luz directa del sol, porque corren el riesgo de quemarse. Un poco de sombra, ambiente fresco y luz indirecta son las mejores opciones en este caso.
Mantener la orquídea fresca por la noche
Una orquídea puede soportar durante el día una temperatura que oscila entre los 18 y los 26 grados centígrados. Pero por la noche, lo ideal es tenerla a una temperatura más fresca. Si se expone a la luz del sol, lo más recomendable es que la estancia en la que se halla la planta se sitúe entre los 12 y los 18 grados centígrados.
Para mantener la orquídea fresca de noche, puedes usar un ventilador o el aire acondicionado. No obstante, la planta debe estar lejos del flujo directo de aire, ya que la exposición constante al aire frío también puede ser perjudicial.
Aumentar la humedad
Las orquídeas prefieren un sustrato moderadamente húmedo. Tanto es así que este tipo de clima es el más propicio para que vivan estas plantas. Abrir las ventanas después de una típica lluvia de verano hará que la estancia donde se encuentre la orquídea gane en humedad, algo que será muy beneficioso para ella.
Si, por el contrario, vives en un clima seco, habrá que prestar más atención a los cuidados de las orquídeas en verano. Pero el objetivo principal será siempre tratar de aumentar la humedad a su alrededor, pero sin excesos. Una tarea que puedes llevar a cabo es rociar las hojas de la planta todas las mañanas con agua pulverizada. Si cuentas con muchas orquídeas en casa, quizás haya que plantearse instalar un sistema nebulizador.
Utilizar una maceta de plástico
La maceta de plástico es el mejor recipiente para cultivar una orquídea en verano. Al regar orquídeas en verano, las macetas de plástico aseguran un drenaje suficiente y permiten ver claramente las raíces de la planta. Además, si tienes pensado trasplantar la orquídea en esta fecha, lo ideal es utilizar una maceta de plástico nueva y más grande que la anterior.
Una vez que hayas trasplantado la orquídea a la nueva maceta de plástico, la puedes colocar si lo deseas dentro de otra maceta más decorativa, pero siempre preservando la primera para que el riego de orquídeas en verano se lleve a cabo de la mejor manera.
Cuidado con las plagas
El verano es una época seca en la que proliferan muchos ácaros e insectos. Las orquídeas son plantas que pueden sufrir el ataque de alguna de estas plagas si no les prestas un especial cuidado.
Si tienes alguna orquídea infectada por una plaga de insectos, lo más recomendable es limpiar manualmente los insectos pasando por la superficie de las hojas de la planta un algodón empapado en alcohol isopropílico. También se puede utilizar un insecticida o un acaricida especial para este tipo de situaciones.
En definitiva, los cuidados de las orquídeas en verano son fundamentales para mantener sanas estas plantas. Regando una vez cada tres o cuatro días con un pulverizador de agua, manteniendo la temperatura fresca entre los 18 y los 25 grados y evitando que la planta reciba la luz directa del sol conseguirás que tus orquídeas puedan pasar tranquilamente el veran