- Usar el mismo trapo para toda la casa:
Cuando usas el mismo paño para limpiar múltiples lugares de la casa, estas llevando los gérmenes de un lugar a otro por más que lo rocíes con una solución de limpieza. Para evitar que esto suceda usa un trapo para cada superficie que limpies, los paños de limpieza de microfibra se pueden lavar a fondo después de cada uso para eliminar restos o suciedad.
2. Usar un plumero:
Las plumas no atrapan ni detienen el polvo, al contrario lo esparcen alrededor de una superficie hasta que cae al suelo en lugar de eliminarlo. Utiliza mejor un paño de limpieza de microfibra o una toalla de papel desechable con la solución de limpieza adecuada según la superficie que vayas a limpiar.
3. No limpiar la aspiradora:
Cuando un filtro vacío no se ha cambiado por mucho tiempo la aspiradora no puede recoger la suciedad como debería. Cambia o vacía las bolsas después de que se llenen. Limpia los accesorios de la aspiradora, la manguera y la rejilla de ventilación con un paño de limpieza húmedo.
4. Colocar el cepillo de inodoro en su soporte después de usarlo:
Si el cepillo del inodoro se coloca en su soporte después de usarlo la humedad y los gérmenes de éste quedan atrapados en el contenedor y el cepillo haciendo que se multipliquen. Después de limpiar deja que el cepillo del inodoro se seque por completo antes de devolverlo a su soporte.
5. Saltarte el fregadero:
El fregadero produce gérmenes y bacterias rápidamente ya que es un ambiente húmedo, este problema se agrava cuando los alimentos o el agua estancada se dejan en el fregadero, desagüe o triturador de basura. Limpia el fregadero después de cada uso y utiliza el bicarbonato de sodio semanalmente para potenciar el efecto de limpieza.
6. Rociar el limpiador directamente sobre una superficie:
Rociar un limpiador directamente sobre la superficie puede causar acumulación de la solución, lo que lleva a que éstas estén grasientas. Esto también puede causar que el polvo se adhiera a ellos con más firmeza. Rocía la solución de limpieza en un paño de microfibra o en una toalla de papel desechable, luego limpia las superficies.
7. No limpiar la lavadora:
Los ácaros del polvo y las manchas de la ropa peden permanecer en el tambor de la lavadora, esto lleva a lavar la ropa en agua sucia y eventualmente se volverá apestoso. Como lo solucionas: Para una lavadora de carga superior comienza en un ajuste de lavado más largo y caliente, cuando el tambor este lleno de agua vierte vinagre y una taza de bicarbonato de sodio, deja la tapa abierta y deja que la mezcla se asiente en el ciclo de pausa duante 1 hora.
Mientras el ciclo está en pausa limpia la tapa, luego ciérrala y permite que continúe su ciclo, si es necesario limpia el interior de la lavadora y deja la tapa abierta para que se seque completamente.
8. Lavar la tabla de cortar con lavaplatos:
Los cortes en las tablas de madera y plástico atrapan las partículas de los alimentos, aprovechando las bacterias para reproducirse. Remoja las tablas de cortar en perióxido de hidrógeno o una solución de lejía y agua. Enjuaga con agua y seca completamente.
- Usar el mismo trapo para toda la casa:
Cuando usas el mismo paño para limpiar múltiples lugares de la casa, estas llevando los gérmenes de un lugar a otro por más que lo rocíes con una solución de limpieza. Para evitar que esto suceda usa un trapo para cada superficie que limpies, los paños de limpieza de microfibra se pueden lavar a fondo después de cada uso para eliminar restos o suciedad.
2. Usar un plumero:
Las plumas no atrapan ni detienen el polvo, al contrario lo esparcen alrededor de una superficie hasta que cae al suelo en lugar de eliminarlo. Utiliza mejor un paño de limpieza de microfibra o una toalla de papel desechable con la solución de limpieza adecuada según la superficie que vayas a limpiar.
3. No limpiar la aspiradora:
Cuando un filtro vacío no se ha cambiado por mucho tiempo la aspiradora no puede recoger la suciedad como debería. Cambia o vacía las bolsas después de que se llenen. Limpia los accesorios de la aspiradora, la manguera y la rejilla de ventilación con un paño de limpieza húmedo.
4. Colocar el cepillo de inodoro en su soporte después de usarlo:
Si el cepillo del inodoro se coloca en su soporte después de usarlo la humedad y los gérmenes de éste quedan atrapados en el contenedor y el cepillo haciendo que se multipliquen. Después de limpiar deja que el cepillo del inodoro se seque por completo antes de devolverlo a su soporte.
5. Saltarte el fregadero:
El fregadero produce gérmenes y bacterias rápidamente ya que es un ambiente húmedo, este problema se agrava cuando los alimentos o el agua estancada se dejan en el fregadero, desagüe o triturador de basura. Limpia el fregadero después de cada uso y utiliza el bicarbonato de sodio semanalmente para potenciar el efecto de limpieza.
6. Rociar el limpiador directamente sobre una superficie:
Rociar un limpiador directamente sobre la superficie puede causar acumulación de la solución, lo que lleva a que éstas estén grasientas. Esto también puede causar que el polvo se adhiera a ellos con más firmeza. Rocía la solución de limpieza en un paño de microfibra o en una toalla de papel desechable, luego limpia las superficies.
7. No limpiar la lavadora:
Los ácaros del polvo y las manchas de la ropa peden permanecer en el tambor de la lavadora, esto lleva a lavar la ropa en agua sucia y eventualmente se volverá apestoso. Como lo solucionas: Para una lavadora de carga superior comienza en un ajuste de lavado más largo y caliente, cuando el tambor este lleno de agua vierte vinagre y una taza de bicarbonato de sodio, deja la tapa abierta y deja que la mezcla se asiente en el ciclo de pausa duante 1 hora.
Mientras el ciclo está en pausa limpia la tapa, luego ciérrala y permite que continúe su ciclo, si es necesario limpia el interior de la lavadora y deja la tapa abierta para que se seque completamente.
8. Lavar la tabla de cortar con lavaplatos:
Los cortes en las tablas de madera y plástico atrapan las partículas de los alimentos, aprovechando las bacterias para reproducirse. Remoja las tablas de cortar en perióxido de hidrógeno o una solución de lejía y agua. Enjuaga con agua y seca completamente.