Uno de los elementos más útiles para transportar comida puede ser un engorro en su almacenamiento
En el mundo de hoy en día, en ninguna cocina pueden faltar los ‘tuppers’, esos cubículos de plástico destinados a guardar o transportar comida. A todos nos resultan tremendamente útiles, bien para comer rápido en mitad de la jornada laboral, o en el caso de los más jóvenes y recién emancipados, para transportar alimentos de la casa parental a la propia.
Sin embargo, tan útil elemento tiene en ocasiones ciertas dificultades a la hora de su limpieza y almacenaje en el hogar, especialmente en este último fin, dado que suelen ocupar un importante espacio físico.
A continuación te proporcionamos varios consejos para optimizar el uso de los ‘tuppers’ y no tener ningún problema con ellos en tu hogar.
Elige el mejor material
Los recipientes de buena calidad, no sólo te ofrecen una mayor resistencia y durabilidad, sino que además son mejores para tu salud al no desprender partículas que puedan mezclarse con tu comida y acabar siendo ingeridas y perjudiciales para tu salud.
Es preferible optar por los de cristal, con mejores materiales y más ‘ecofriendly’, aunque más pesados. Si por su ligereza o por otro motivo eliges el plástico, el mejor es el polipropileno nº5. También puedes apostar por los de acero inoxidable.
Cómo limpiarlos
Debes fregar tus ‘tuppers’ a diario para evitar la absorción de manchas y malos olores. En los casos en los que queden restos de alimentos o de grasa, el jabón con agua caliente será tu mejor aliado, siempre fregando con esponja o con estropajo por la parte suave en caso de hacerlo a mano. En manchas extremadamente difíciles, usar lejía mezclada con agua y dejar reposar dos horas puede ayudar
El lavaplatos también ayuda a la función de lavado, aunque no siempre quitará todas sus manchas, y además, en los ‘tuppers’ de plástico deberás comprobar cuál es su material y si es apto para lavar de este modo, con el fin de evitar que queden deformados o rotos.
Evita los olores
Almacenar las tarteras siempre abiertas suele ayudar a que no se concentren malos olores en sus materiales. Si aún así no lo consigues, puedes optar por llenarlos con agua y un poco de vinagre (y esperar un par de horas) o por elaborar una mezcla de agua y bicarbonato, extenderla en el fondo del recipiente y dejarla actuar.
Cómo almacenarlos
Con el fin de aprovechar el espacio lo mejor posible, el primer consejo es que tengas varios tuppers de una misma forma, que podrás apilar introduciendo unos dentro de otros (los cuadrados o rectangulares ayudarán a este fin). Te ayudará también guardar las tapaderas aparte para colocarlas todas juntas y buscar el hueco más conveniente para ellas.
Por último, si su ubicación en tu hogar no es excesivamente estable puedes utilizar gomas, separadores o cajas para que queden lo más juntas posibles y evitar caídas y otros incidentes desagradables.